viernes, 10 de enero de 2020

Diez años de Misa tradicional en Córdoba

Se cumplen hoy diez años del inicio de la celebración regular de la Santa Misa tradicional en Córdoba conforme a las disposiciones del motu proprio Summorum Pontificum de S.S. el Papa Benedicto XVI. En efecto, el domingo día 10 de enero del año 2010, fiesta de la Sagrada Familia, a las 10 de la mañana, en la iglesia de S. Pedro de Alcántara, tuvo lugar la primera de las misas organizadas por nuestra Asociación Una Voce Córdoba. La celebración estuvo a cargo del M.I. Sr. D. Manuel Pérez Moya, Canónigo Penitenciario y Presidente del Cabildo de la S.I.C. de Córdoba y Párroco del Sagrario de la Catedral y fue solemnizada por música de órgano. Un grupo de fieles asistieron con viva emoción a la recuperación de una forma litúrgica largamente deseada por muchos de ellos. Nos acompañaron en aquella ocasión varios amigos de la Asociación hermana Una Voce Sevilla.
Dos años después, por indicación del Obispado, nuestras celebraciones se trasladaron a la iglesia de Santa Ana, de MM. Carmelitas Descalzas, que con impar generosidad nos siguen acogiendo en su templo.
Las celebraciones tenían entonces, y todavía sería así durante siete años, frecuencia mensual. Únicamente en el año 2017 pudimos pasar a la tan anhelada celebración de la Misa tradicional en todos los domingos y festivos.
En nuestra pequeña historia debemos destacar también las misas celebradas por nuestra Asociación en distintos puntos de la Diócesis como Montilla, Lucena, Cabra, Puente Genil o Aguilar de la Frontera.
Al volver la vista atrás y recordar aquellos inicios, debemos dar gracias a Dios por habernos permitido rescatar en nuestra Diócesis un inapreciable tesoro litúrgico. Nuestra gratitud más expresiva también a todos los sacerdotes que a lo largo de estos diez años han atendido a nuestras celebraciones.
Al cumplir este feliz aniversario ponemos a nuestra Asociación y a todos sus integrantes, amigos y simpatizantes, bajo el amparo de la Santísima Virgen María, implorando de Su Corazón de Madre que podamos mantener y desarrollar nuestro apostolado litúrgico para mayor gloria de Dios y bien de la Iglesia y de las almas.
Reproducimos a continuación dos fotografías tomadas aquel día 10 de enero de 2010.


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