LA MISA TRADICIONAL O GREGORIANA
El día 7 de julio del año del Señor de 2007, S.S. el Papa Benedicto XVI, mediante el Motu Proprio Summorum Pontificum
establece las normas para la utilización del Missale Romanum
codificado por San Pío V en 1570
y reeditado por última vez por el Beato Juan XXIII en 1962.
Fue el Misal utilizado durante el Concilio Vaticano II (1962-1965)
Fue el Misal de muchos santos
Fue el Misal de muchos Papas
Fue el Misal de muchos cardenales y obispos
Fue el Misal de muchos sacerdotes
y camino de santidad de muchas generaciones.
Hoy, gracias al Papa Benedicto XVI, vuelve a resurgir este tesoro espiritual y litúrgico en la Iglesia,
y cada vez más son las misas que con este Misal se celebran en todo el mundo.
Es la llamada por el Papa: Forma extraordinaria del uso del Rito Romano,
también conocida como Misa tradicional o gregoriana.
Además de su espiritualidad, sacralidad, misterio, solemnidad, belleza…, se caracteriza por:
- El recordatorio constante del sentido sacrificial de la Misa, al ser ésta la renovación incruenta, real, y verdadera del Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.
- El sacerdote la oficia, cara a Dios, ad orientem, orientado en la misma dirección que los fieles, realzando el carácter cristocéntrico de la liturgia de la Misa.
- Salvo la Epístola, el Evangelio y la homilía, se desarrolla en latín, lengua oficial de la Iglesia, contribuyendo con ello a la universalidad de la Liturgia.
- El sacerdote pronuncia oraciones en voz baja o en silencio –especialmente durante el Canon-, lo que enfatiza el misterio y sacralidad.
- Y se acentúan los momentos en que los fieles permanecen de rodillas, especialmente durante el Canon, y la comunión -en la boca-, como muestra de adoración y reverencia ante el Sacrificio y la presencia real y verdadera de Nuestro Señor Jesucristo.
Para más información nuestro correo electrónico es: unavocecordoba.gmail.com
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